Desde varias semanas antes empezó
una propuesta de disminuir el financiamiento público a los partidos político,
en un 20%.
Esa idea, en principio me parece
bien. Los partidos políticos hacen toda clase de maniobras para mantener el
presupuesto que se les otorga, coaliciones, frentes, etc.
Todo eso con el fin conservar su
registro y con ello el exagerado financiamiento público y las posiciones de
poder que consiguen desde estos.
A raíz de los terremotos del 7 y
19 de septiembre de 2017, esta propuesta tomo más fuerza en redes sociales y la
sociedad la ha tomado como una bandera del hartazgo que nos han ocasionado los
partidos políticos.
Es entonces que la “bondad” se da
en los partidos políticos y proponen dar, no solo el 20%, sino promueven
desprenderse de hasta un 25%; hay quien fue más allá y dice dispuesto a
“otorgarnos” un 50%. Claro que solo si ellos lo manejan a su antojo.
Hoy día este tema toma más
relevancia ya que en las cámaras empieza la propuesta de eliminar al 100% dicho
financiamiento.
Hay que tomar las cosas con
calma, en todas las campañas, por lo menos desde 1994, se habla del rebase de
financiamiento en las elecciones. Para no ir muy lejos en las pasadas
elecciones de 2017 se hablo de rebases; ¿se han preguntado de donde proviene
ese excedente en cada campaña?
Pero lo peor es que al final hay
que resolverlo en un tribunal, no en las urnas.
De acuerdo al calendario del INE,
publicado en http://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido/Calendario_Electoral/
se llevaron a cabo elecciones en
4 estados, de los cuales tres fueron impugnados los resultados de las urnas.
Entonces ¿para qué gastar tanto
dinero en elecciones?
Mi propuesta es muy simple:
A)
Mantener el financiamiento público, en dinero, a
los partidos:
a)
El cual se deberá de dar por cada voto que
obtengan, es decir, obtendrán dinero solo esos partidos políticos que logren
votos, VALIDOS, en las urnas el día de las elecciones y lo que deben de recibir
por cada voto obtenido serán $ 0.80 (cero pesos 80/100 M.N.).
b)
El dinero lo recibirán en el ejercicio fiscal
posterior al de las elecciones federales, exclusivamente.
c)
Siempre y cuando alcancen el 3% en la elección
ordinaria inmediata anterior, tal y como lo marca el TÍTULO DÉCIMO CAPÍTULO
Artículo 94 Inciso b de la Ley General de Partidos Políticos.
d)
Erogar el TÍTULO NOVENO CAPÍTULOS I, II y III de
la Ley General de Partidos Políticos.
B)
Seguirán contando con el espacio radiofónico que
actualmente tienen, pero distribuyendo en igual número de horas a cada uno. Los
anuncios deberán de ser en un horario específico y no todo el día y a cada
rato; no nos harten. Para eso el INE deberá de realizar un calendario.
C)
Seguirles otorgando el servicio postal, para que
hagan llegar sus cartas y/ propuestas.
D)
No podrán percibir ingresos ni en efectivo ni en
especie por ningún motivo o razón, salvo por las actividades descritas en el Artículo
66 inciso C de la Ley General de Partidos Políticos.
E)
Presentar declaraciones y pago de impuestos
conforme el TITULO II de la Ley del Impuesto Sobre la Renta y demás aplicables
sobre materia fiscal, así como el pago de contribuciones, derechos y cuotas locales
y las referentes a la Seguridad Social.
Porque no podemos confiar en los partidos
políticos, sus dirigentes y sus intereses: no podemos dejar de darles
financiamiento, pero si disminuirlo y controlarlo verdaderamente; por lo que eliminar
el financiamiento sería tanto como abrir la caja de pandora y no sabríamos la dimensión
de los problemas que nos traerán los políticos.
Evitemos que los partidos
políticos y politiquillos se sirvan del pueblo, ellos están para servirnos.
¡Llego
la hora de que nos sirvan!